Bienvenidos al tren

Bienvenidos al tren!
Sí, es posible que más de una vez descarrile. También puede hacer paradas en pueblos hostiles y estoy en condiciones de asegurar que va a transitar por parajes inhóspitos. Por momentos es más lento que el Gran Capitán y se viaja peor que en el Sarmiento. Aún así sean bienvenidas aquellas almas que quieran someterse al trajín de desempolvar recuerdos, construir anécdotas y volverse cada día un poquito más locas. Estos son mis vagones, fotos instantáneas de momentos irrepetibles. Fragmentos de un presente escurridizo que nunca se deja atrapar, porque este instante ya pasó.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Desde el trópico

La cultura no es culpable de este malestar.
El sueño es la fiebre; el soñar, libertad.
Detrás de esas vidrieras se esconde mi verdad.
¿De qué sirve un armadura frente a esos ojos?
¿Por qué cojean los cojos?, ¿con quién duerme el diablo?
En mi isla sos el ministro y un polizón en altamar.