Bienvenidos al tren

Bienvenidos al tren!
Sí, es posible que más de una vez descarrile. También puede hacer paradas en pueblos hostiles y estoy en condiciones de asegurar que va a transitar por parajes inhóspitos. Por momentos es más lento que el Gran Capitán y se viaja peor que en el Sarmiento. Aún así sean bienvenidas aquellas almas que quieran someterse al trajín de desempolvar recuerdos, construir anécdotas y volverse cada día un poquito más locas. Estos son mis vagones, fotos instantáneas de momentos irrepetibles. Fragmentos de un presente escurridizo que nunca se deja atrapar, porque este instante ya pasó.

miércoles, 29 de octubre de 2008

la sonrisa

Tibio el mate a medias. Una fila de hombres blancos dejan ver tu nobleza. Se tapa la bombilla y una pequeña abertura filtra heridas de tu alma.
De tu lugar natal, de soledad, de libertad. Siempre buscando y nunca dejándose estar. Un nómade del mundo. Se va achicando la selva y pensás en tu vieja. ¿Qué será de aquella Buenos Aires? Cerrás los ojos y por un minuto ves el obelisco, escuchás esos tangos... el olor a barrio te llena los pulmones y te olvidás del asma. El viejo corriéndote con la gomina, el barro de los entrenamientos, el cambio de aire y el acento cordobés. La pollera de aquella primera novia, el encanto de tus pantalones remendados en la cenas de etiqueta, aquel primer libro de Jack London, la obsesión con viajar ¡Ese Alberto siempre detrás de alguna mina! Las rutas, los desvíos y por fin acá...
Abrís los ojos y ves como el sol pide permiso y se abre camino a través del espesor de las yungas, sonreís y pasás el mate.


martes, 28 de octubre de 2008

happiness is a warm gun

Washington D. C, 21 octobre 1967. Devant le Pentagone, lors d'une marche pour la paix au Vietnam, Jane Rose Kasmir, donne un beau visage à la jeunesse américaine.

Marc Riboud

lunes, 27 de octubre de 2008

por ser

por ser
la sed
los sedimentos
sed y miento
un movimiento
soy la cura
(y soy locura)
soy servicio
de este vicio
hoy me busco
(y me rebusco)
en este océano de letras
soy mono con tijeretas
recortando un corazón

eternal sunshine of the spotless mind

Joel: Hi.
Clementine: Hi. Didn't figure you'd show your face around me again. I guess I thought you were... humiliated. You did run away, after all.
Joel I just needed to see you.
Clementine: Yeah?
Joel: I'd like to, um... take you out, or something.
Clementine: You're married.
Joel:Not yet, not married. No, I'm not married.
Clementine: Look man, I'm telling you right off the bat, I'm high-maintainance, so... I'm not gonna tip-toe around your marriage, or whatever it is you've got goin' there. If you wanna be with me, you're with me.
Joel:Okay.
Clementine: Too many guys think I'm a concept, or I complete them, or I'm gonna make them alive. But I'm just a fucked-up girl who's lookin' for my own peace of mind; don't assign me yours.
Joel: remember that speech really well.
Clementine:I had you pegged, didn't I?
Joel: You had the whole human race pegged.
Clementine: Hmm. Probably.
JoelI: I still thought you were gonna save my life... even after that.
Clementine: Ohhh... I know.
Joel: It would be different, if we could just give it another go-round.
Clementine:Remember me. Try your best; maybe we can.


"How happy is the blameless vestal's lot!
The world forgetting, by the world forgot
Eternal sunshine of the spotless mind!
Each pray'r accepted, and each wish resign'd"

(Alexander Pope)

domingo, 26 de octubre de 2008

instrucciones para la vida


INSTRUCCIONES PARA CAER Y LEVANTAR
SE

Siga caminando, cuando se de cuenta ya estará de nalgas en el suelo, en esa posición incomoda que tienen los muñecos para estar nomás. Acto seguido procede una larga y obstinada reflexión sobre la conveniencia de quedarse ahí en el suelo. Pero ya se alejan los compañeros y la picada esta lejos de parecer un claro camino, claro. Tampoco es cuestión de quedarse ahí toda la vida, con el lodo llenándome el alma y la mochila, así que llega el momento de levantase, situación difícil e impredecible en sus resultados.

Tal vez es mejor seguir en el suelo y arrastrarse poco a poco, pero, además de ser poco estético, es impracticable (créanme, lo he probado), siempre habrá alguna raíz oculta o una espina que nos retenga, y entonces nueva reflexión sobre lo cómodo que se puede estar sentado en el lodo, no obstante los mosquitos, moscos y moscardones.


Decidido ya a levantarse, que siempre es lo mas difícil, procede esa complicada operación que consiste en apoyarse en manos y rodillas de donde fuere y tratar de poner el pesado caparazón sobre la espalda (tan sencillo, y pesado, que es llevar la casa a cuestas: apenas un plástico y una hamaca).

Pero la mochila se obstina en llevar otras cosas absurdas: algunos libros de poemas, un poco de ropa, un calcetín sin su par, la medicina para el mundo, comida, una húmeda cobija... El conjunto de la carga pesa toneladas (sobre todo después de las primeras horas de caminata) y tiende a atorarse cada vez que le viene en gana, es decir, casi siempre. Ya tortuga boca abajo consigue poner un pie y alzarse sobre el otro, con la consiguiente protesta de las rodillas, el horizonte entonces se ensancha y siempre será ajeno. Con la mirada en el suelo se reemprende la marcha hasta la nueva caída, que será apenas unos pasos adelante. Y la historia se repite...


(...)


Lacandona,
Chiapas, México, 1984-1989.
Subcomandante Marcos

mañana de domingo

deja entrar al sol por su ventana
saluda a la mañana con la certeza que hoy es hoy
viejos trenes de madrugada y pestañas empapadas
aseguran que hoy es hoy

recorre acertijos pasajeros
buenos tiempos de recuerdos y caminos que no son
algún mensaje perdido, septiembre había florecido
y caminos que no son

sábanas revueltas
dormir con la ventana abierta
caminar a la estación
mil días y dos noches
pueden sonar a reproche
hoy cambié mi religión

en la cornisa de un silencio
motos, colectivo, estruendo, me aseguran que soy yo
una casetera puesta y perdida hoy otra apuesta
aseguran que soy yo

un repaso por mi mente
¿somos hoy tan diferentes? en la boca gusto a alcohol
me acomodo entre la gente y cabildo ya se enciende
siempre ese gustito a alcohol

olazabal, marquesinas
la tele siempre prendida
balbín y general paz
¡qué asesina la costumbre!
¡qué maldita incertidumbre!
morir por curiosidad

11:22

el canto de algún pájaro la despertó
creyó estar soñando
un flash en su cabeza hasta la primera bocina
y ahí estaba bien despierta.

sábado, 25 de octubre de 2008

tinto-tinta

Tanto tinto tienta a la tinta.
pero para... piro
ya no sana tu zona ardiente mi diente.
tus manos menos me cedan, sudan condenas, cadenas calientes

tu presión es prisión.
creí que crear era creer, crecer, ser razón.
cerrazón. tapan tus trapos mis tripas que hierven, encienden y muerden consciencias con ciencia
calor color dolor...

puro paso.
me pesa el halo que pende de un hilo que expande agonías que cegan.
que siga la puesta, ahí estás tan apuesto.
levanto lamentos y pago mi apuesta

trepan tus tropas.
me rigen las rejas...
-cerrojo
-soy rojo
-sientese, sientase
me siento.
me tiento.
a escribir.

alejandra pizarnik

"dice que no sabe del miedo de la muerte del amor
dice que tiene miedo de la muerte del amor
dice que el amor es muerte es miedo
dice que la muerte es miedo es amor
dice que no sabe"

viernes, 24 de octubre de 2008

l' enfant, la femme

la femme arbre
la femme en partie
la femme du ciel
la femme en larmes
la femme le piaf
la femme de la lune

l' enfant que jouer à être la femme


la mujer árbol
la mujer en partes
la mujer del cielo
la mujer en lágrimas
la mujer pájaro
la mujer de la luna

la niña que juega a ser mujer

jueves, 23 de octubre de 2008

lunes

y llueven los bocinazos
lunes y otra vez corriendo
me aplastan y me desgastan
de a poco me están pudriendo
cruzando las avenidas
bondi, calle, marquesina
me saludan de las vitrinas
y me vigilan en cada esquina
avanzo por el cordón
me chocan y me asesinan
miradas que quema el sol
y sangran melancolías
subte con demoras
en el tumulto se atoran
el cieguito se quedó afuera
y nadie en casa lo espera
y nadie por él se altera
arranca y todo se aleja
y el tiempo todo maneja
el tiempo pronto me añeja
me sirvo al tiempo en bandeja...

incertidumbre

ella habla sin hablar y cuenta historias
corretea en mi memoria por pasillos de alquitrán
se columpia de un recuerdo ennegrecido
por las sombras de un olvido que nunca la deja en paz

es un mundo tibio turbio es un suburbio
ella es guerra en su tugurio triste choza de metal
y se encierra en sus prisiones y se aterra
por la idea que esa puerta hoy se abra una vez más

¿de quién son estos fantasmas que me rondan?
¿a quién debo esta zozobra que no puedo sosegar?
¿quién escribe en este cuento que me toca?
¿quién se cuelga de mi copa y en mi mar me deja ahogar?

ella juega con silencio y verborrea
y se trepa a una corchea que le sirve de ilusión
se marea cuando busca en el sistema
algún rastro algún eczema una pizca de emoción

¿de quién son esos altares que alabamos?
¿quién es dueño de este esclavo que nunca se rebeló?
¿quién me arrulla en esta noche de violencia?
¿quién me anula la conciencia que por fin se despertó?

miércoles, 22 de octubre de 2008

la colifata

Loca porque no puede tenerlo
loca porque no puede abrazarlo
loca porque no puede dejarse lo que nunca se tuvo.
Loca porque no puede negarse
loca porque siempre se le niega
loca porque no sabe buscarse entre tanta gente ciega.
Así va, loca, así se pierde
así es la vida que hoy la muerde.
Loca de amor, así le dicen
amor de locos, ella contesta
y si el amor te vuelve loco
ojalá el mundo enloquezca.


y una niña llora

Va el andén detrás del tren
Corre el mar tras de su sal
Busca el sol su luna blanca
y una niña llora

Apura el sueño al despertar
Agujas mienten sin piedad
Apuntan al que no da más
y una niña llora

Sabe el cielo de su llanto
Sabe dios de su canto
Y sigue sollozando

Sabe el viento su dolor
Roba el tiempo su color
Y se ahoga en el espanto

Va el diablo tras sus cuernos
Va el ángel tras su aureola
y una niña llora

Busca el gato al ratón
policía y ladrón
Corre el perro tras su cola
triste niña llora

martes, 21 de octubre de 2008

estación desilusión

Cuando la felicidad pende de un hilo y no manejas la función, ese títere que sos te condena a otra actuación.
Nadie te invitó a esta obra y va acechándote el telón de otra historia más que en tus oídos siempre repicó.
No sos dueño de tu destino, se va hundiendo tu libido. Vas probando decepción, se va abriendo otro camino: Estación Desilusión.
Y para donde camines, donde busques solución, solo te vas a enterrar hasta ser tu propio actor.
Quien maneja tu taquilla y te escribió este guión es el que vos menos querías y hoy sos pasta de ficción.
Aflojando bien las muelas repetis viejas secuelas de otro autor, exclamando líneas sin ni una emoción, chamuyando sensaciones que no son. Es tu teatro, es tu sala y sos tu show.

desde el sillón

-Y decime, todavía...¿Te duele?
-Sí
-¿Y ahora?
-¡Ahhh! - exclamó ella con desesperación.

Deseaba con cada fibra de su ser poder detener todo el proceso... pero ya era tarde. Una vez adentro la salida sería sinuosa y tortuosa, en especial para ella. Sentía que algo dentro se desgarraba y que nunca más podría ser repuesto. No podía entender como se podría disfrutar de semejante dolor intenso. Sus sentimientos hacia él se volvían confusos y mutaban a cada momento. Él no la había dejado entrar, nunca la dejaría entrar de la manera en que ella lo había hecho con él. Su guardia estaba baja por completo y la incertidumbre y desesperación una vez más la llevaron al mismo estúpido ritual. Unas tontas líneas sin sentido y pensamientos que la transportaban a escenarios que la aterrorizaban. Pero esa noche fue diferente... Había perdido algo que jamás encontraría y había encontrado algo que jamás querría perder.

-¿Qué pensas? -preguntó él.
-¿Cómo qué pienso? - contestó ella (le era más sencillo responderle con otra pregunta que realmente responder).
-Sí, lo primero que te venga a la mente...
-Nada. Esto. Ahora.

Entumecida se adormeció en su cama y olvidó todo el asunto. Creyó que con la mañana se retiraría aquella sensación que la noche había dibujado en ella. Y no, no lo hizo. Al despertarse el mismo vacío que oprimía su pecho seguía allí. La ausencia se hacía más presente que nunca. Él no la había llamado y su corazón se le bajaba a la panza. Una gran pelota en el estómago le impedía la respiración. Se sentía encima de esas montañas rusas que cuando niña tanto le atraían. Hoy ya no eran lo mismo, hoy ella no era la misma.
Recordando lamentó haberse permitido llegar tan lejos. Las palabras de su madre zumbaban en sus orejas... sus propias palabras también. Se había prometido en un momento de arranque supersticioso que ella nunca podría disfrutar de los momentos. No de aquellos momentos. El amor no era para ella, dejar entrar a alguien podría ser contraproducente. "La gente siempre se va" solía repetirse en las largas tardes lluviosas de domingo... "siempre".

-Estaba pensando....
-¿Sí?
-Quizás no siga con todo esto... es muy doloroso - le confesó ella.
-Yo creo que estamos muy bien. Pensalo.
-Sí, ese es mi problema... pienso demasiado.
-Perfecto, con eso podemos empezar la semana que viene -dijo el hombre mientras se erguía del sofá. Se inclinó hacia ella para saludarla y la acompañó hasta la puerta.

lunes, 20 de octubre de 2008

intento de tanguito

fui como un poema mal parido
en el umbral de una tristeza
predestinado al olvido después de una o dos cervezas
vos, noche de viernes congelado
fuiste espuma en mi cabeza
y como quien vacía un vaso consumiste tus promesas

si este verbo está en pasado
y esta herida está en presente
todo tiempo conjugado vos jugaste con mi suerte
terminado el cigarrillo, muerta mi noche de pena
voy pateando con mi sombra los fantasmas de la lleca

fuiste un mate amigo en madrugada
aguardiente en plena llaga
y la menta de los besos más que nada fuiste llama
yo, madera al fuego de tu hoguera
fui contenta tu pebeta
pero en una vuelta agria me mostraste tus gambetas

si aquel tiempo está pasado
y tu nombre está presente
cada noche descarnada vos te echaste con mi suerte
terminado este tanguito, bajo la alfombra la grela
voy pateando con mi sombra las resacas de la lleca

alimaña

Extraño pasado hoy la araña
podridas van sus entrañas por un tunel infinito
destino se ensaña en este caminito
y hoy se abraza al vino de otro displacer

Viejas su piel y sus mañas
perfidias sin magia mentiras alguna vez blancas
endulzan sus odios también sus amores
ella que fue flores hoy va tras la parca

Nunca supo decir un "tal vez" o "hasta pronto"
fue hija del morbo y murió por doler
la domina el acto reflejo,
las reglas imundas inundan su ser
y carga con cruces impuestas
por quien levanta apuestas cuando nadie lo ve

sábado, 18 de octubre de 2008

horizonte

Colores que se mueven
colores ante mí
dos pupilas y mil ojos
aguacero veo venir

Agujas en tu sien
en segundos van a estallar
mil palabras y ni una verdad

Figuras que se escapan
Son sombras que no vi
dientes que esperan pacientes
y ni una estrella a seguir

Tiempos que nunca acaban
tus espinas por donde voy
con un dedo vas tapando el sol

Horizonte, esconde
horizonte, esconde
no me dejes ver quién soy
ni el reflejo, ni el reflejo!

miércoles, 15 de octubre de 2008

?

-¿Y si vos me das lo que yo busqué?
-¿Y si no?

martes, 14 de octubre de 2008

esperanza I

¿A dónde ir? - preguntaron al unísono sus ojos.
No lo sabía. Pero eso ya era un buen indicio
¿Por qué partir con rumbo fijo? ¿Por qué siempre la misma perra costumbre de encallar en propuestas sin magia? ¿Por qué no creer que ir implica un lugar y por qué no decidir que ese lugar sea a donde vaya?
La mañana del domingo 8 de marzo era fría y el sueño le pisaba los talones cuando emprendió el viaje. Esperanza iba por las calles de la vieja Buenos Aires buscando un sueño con el que abrigarse. Su pecho había soportado las grandes heladas del invierno anterior pero esa mañana le pareció más fría que aquel 9 de julio. Es que ella pensaba que sus amigos iban a estar allí para despedirla y no, no estuvieron. Doña Efemérides se había asegurado de que su hija supiera bien que en este camino habría de estar sola, y que una vez que se decidiese a recorrerlo no podría volver. Así fue que Esperanza partió y nunca regresó a la casa de la calle Manzanares al 3408. En la primera cuadra recordó a Fermín, su vecino, y aquellas travesuras que cuando niños solían compartir. Fermín había sido su primer (y luego descubriría que único) cómplice. Nunca lo olvidaría. Tampoco olvidaría las lluvias que empañaban las ventanas de esa solitaria casa, donde Don Ernesto sufría los achaques de aquella misteriosa enfermedad que le hubiera sido diagnosticada cuando Esperanza apenas ingresaba a primaria. Don Ernesto murió a los dos días del octavo cumpleaños de Esperanza. La niña había quedado desecha y Fermín desde entonces había sido su único referente del mundo. Fermín en aquel momento tenía 11 años y sabía poco más que Esperanza de lo que el destino podía hacer con la gente, cuando ésta menos se lo esperaba.

(...)

miércoles, 8 de octubre de 2008

grietas


Tempestad y locura, te abraza la duda
corrés contra el viento, ese es tu pasatiempo
vivís en un mundo que se parte en dos
¿de qué lado decide pararse hoy tu dios?

lunes, 6 de octubre de 2008

mata, porque quiere morir


Y se animó.
Se animó a animarse.
Levantó el lápiz y esta vez le sacó punta.
Apuntando a la hoja disparó.
Sangró la tinta.
Y tiñiendo hojas pintó en su alma mil y un colores.

domingo, 5 de octubre de 2008

ella baila

la calle repleta
su alma desierta
los ojos pequeñitos
la pena bien grande

la vereda angosta
su dolor se ensancha
los pies en el suelo
la panza con hambre

un sueño perdido le zumba al oido
y a lo lejos se pierde por un ideal
su zamba es la danza aunque el pan no le alcanza al asfalto se lanza. ella baila

baila por el amor que no tuvo
por los días que no llegaron
por un deseo postergado
bailar y bailar

va por adoquines
calientes que queman
gastando las suelas
silba una canción

no la cubre un techo
asiste al concierto
de estrellas que salen
a arrabalear

la ciudad desteñida susurra bajito
suenan los tambores de la libertad
y así sigue su danza sudando esperanza aunque el hambre le avanza ella baila

baila por los domingos nublados
por los arboles enjaulados
por un destino equivocado
bailar y bailar

noche porteña

Vamos a arrimarnos, vamos a sentirnos, vamos a olfatearnos, a buscarnos, a rodearnos. No quiero conocerte, no quiero decifrarte, no quiero entrar ni que me dejes afuera. No quiero quererte. No creo en la suerte. Una huella todavía en mi sien está fresca. El instinto no falla, las hormonas no callan. Es tarde y en Buenos Aires, dos amigos por fin se encuentran.