Verde paisaje

Desde tu mirada, soy.

Soy tu mirada.

Ni famas ni cronopios

Vos sos un delirio

yo una mariposa

vos sos mi principito

y yo tu rosa

desde mi asteroide te admiro

será que sos el principio de un final feliz?

De arrabales

Soy un tango moribundo y vos tan prostibular.

El espejo

Todos somos distintas caras de un mismo espejo que años atrás estalló en pedacitos.

Todos buscamos encajar en el rompecabezas especular de piezas simétricamente asimétricas.

Nosotros y los otros

Un día como cualquier otro me acuerdo de vos,

como cualquier otro día me refugio en el recuerdo.

Los detalles de tu boca, cada línea de tu frente,

las mañas de que nadie toque tu lado de la cama,

la noche en que me abrazaste,

esos momentos en que por fin me amaste,

las paredes de vidrio invisible que a veces parecían no estar...

Hasta que un día, hoy, yo soy cualquier otra

hasta que un día, hoy, vos sos cualquier otro

Ceguera

Como la mariposa con tibieza me acerco a tu fuego

Como el que sabe del peligro y camina sin miedo

Como el que camina con miedo y no sabe del peligro porque está muerto en vida

Luz, cámara...¿acción?

Cuando el mundo te aplasta y la poesía no basta

Cuando la lluvia moja y el reloj no atrasa

Si no tenés con quien calentar los pies fríos en este invierno

Si te sentís como un turista en pleno infierno

Porque las palabras pasan y ya no te pesan

Cuando el alma se espesa y las neuronas no callan

En cámara lenta la vida se arrastra

Vos sos el cineasta

(Y ni te das cuenta)

Alunizaje

Como un sueño

como el mar

como la vida

como volar

¿y si el alma está podrida?

Como el viento

como ser

como la música

como volver a ver

¿y si te dijera que la tierra ya no gira?

Y si va, va perdida

y si va, va dormida

y si va, tiene miedo

y si va, tiene sueños

y sí, va

Una mirada desde la alcantarilla...

...puede ser una visión del mundo.

¿Quién pudiera?

¿Quién pudiera dejar la vida volar...
como las flores que el viento se lleva al pasar
como una mariposa que viene y que va
que se te posa en los hombros
y vuelve al arrabal?

Donde la lluvia no moje

Después de unas vacaciones aguadas buscó algún paragüas amigo...
hasta que se dio cuenta que la vida consta en aprender a bailar bajo la lluvia

Las palabras y los silencios

Qué loco. El otro día me propuse hacer un ejercicio... me imaginé lo divertido (y revelador tal vez) que sería si por un día el mundo quedara mudo. ¿Cómo comunicarnos sin ellas? ¿Cómo hacerle llegar al otro un mensaje? Ya de por sí es bastante complicado a través de las palabras. Por más descriptivo que uno quiera ser, por más explicativo simplemente hay veces en que el otro no nos entiende (eso pensamos); quizás somos nosotros mismos los que no entendemos, ni al otro, ni a nosotros. De cualquier manera hay algo mágicamente poderoso en las palabras, en la ilusión de comunicarnos a través de ellas. Es el mito del entendimiento. La idea de que vos estás entendiendo lo que yo quiero decir mientras escribo esta nota vacía que cuelga del blog. Vos te la creés... y yo también, sino no estaría escribiendo (¿o sí?).
Yo prefiero la palabra interpretación, el entendimiento funciona en el universo de lo teórico, lo no vivo. La interpretación es la multiplicidad de caminos a transitar, algunos más hostiles, otros más cómodos pero de cualquier manera rara vez uno sale ileso al llegar al otro lado. Como las relaciones.

También hay algo de magia en los silencios. Muchas veces uno entra en pánico porque "no tiene nada que decir". ¿Quién dijo que siempre hay que hablar?¿Quién dijo que lo no verbalizado carece de valor? ¿y por qué se percibe como negativo que una persona se quede callada por más de cinco minutos en una reunión?

Más de una vez me enredé buscando palabras para describir situaciones, sentimientos o simplemente para rellenar silencios externos que equivalían al carnaval de Gualeguaychú en mi cabeza. Me equivoqué. No supe apreciar los silencios durante mucho tiempo. Una noche lo vi. Encontré la complicidad del silencio y desde ese momento duermo sin la tele encendida. Gracias al silencio aprendí a escuchar, pero escuchar de verdad, sin meter un bocadillo cada cinco minutos, y créanme que es muy difícil para una persona que sufre de verborragia crónica como yo (aún sigo ejercitándome). Fue escuchando que empecé a tropezarme con las palabras que tanto tiempo se me habían negado.

Dudé demasiado y ahora no puedo decirlas. Pero claro, es difícil dejar entrar a alguien y que profane ese templo sagrado. Mientras el silencio y yo nos llevamos muy bien.

despedida

No te digo chau,
no te digo adiós
no te digo hasta luego
ni te digo nos vemos
no te digo hasta pronto, nos volveremos a ver
no te digo cuidate
no te digo ahí te ves
no te digo hasta nunca
no te digo bye bye
no te digo hasta siempre
no te digo buena suerte
ni aufwiedersen
ni au revoir
y sin embargo los dos sabemos

el mundo no está hecho de intenciones

Quise cambiar la piel, haciéndome pasar por quien no soy

quise probar tu miel, sin derramar ni una gota de sudor

jugué a que todo era distinto, sin acertijos ni laberintos

jugué... pero el recreo terminó

Quise confiar en mí, y prometí mil veces que me iba a alejar

quise marcharme y vi, que los adictos vuelven al mismo lugar

jugué a que yo era distinta, sin ayuda de la hoja y la tinta

jugué... pero el espejo se partió