Yo prefiero la palabra interpretación, el entendimiento funciona en el universo de lo teórico, lo no vivo. La interpretación es la multiplicidad de caminos a transitar, algunos más hostiles, otros más cómodos pero de cualquier manera rara vez uno sale ileso al llegar al otro lado. Como las relaciones.
También hay algo de magia en los silencios. Muchas veces uno entra en pánico porque "no tiene nada que decir". ¿Quién dijo que siempre hay que hablar?¿Quién dijo que lo no verbalizado carece de valor? ¿y por qué se percibe como negativo que una persona se quede callada por más de cinco minutos en una reunión?
Más de una vez me enredé buscando palabras para describir situaciones, sentimientos o simplemente para rellenar silencios externos que equivalían al carnaval de Gualeguaychú en mi cabeza. Me equivoqué. No supe apreciar los silencios durante mucho tiempo. Una noche lo vi. Encontré la complicidad del silencio y desde ese momento duermo sin la tele encendida. Gracias al silencio aprendí a escuchar, pero escuchar de verdad, sin meter un bocadillo cada cinco minutos, y créanme que es muy difícil para una persona que sufre de verborragia crónica como yo (aún sigo ejercitándome). Fue escuchando que empecé a tropezarme con las palabras que tanto tiempo se me habían negado.
Dudé demasiado y ahora no puedo decirlas. Pero claro, es difícil dejar entrar a alguien y que profane ese templo sagrado. Mientras el silencio y yo nos llevamos muy bien.
Dudé demasiado y ahora no puedo decirlas. Pero claro, es difícil dejar entrar a alguien y que profane ese templo sagrado. Mientras el silencio y yo nos llevamos muy bien.
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