Bienvenidos al tren

Bienvenidos al tren!
Sí, es posible que más de una vez descarrile. También puede hacer paradas en pueblos hostiles y estoy en condiciones de asegurar que va a transitar por parajes inhóspitos. Por momentos es más lento que el Gran Capitán y se viaja peor que en el Sarmiento. Aún así sean bienvenidas aquellas almas que quieran someterse al trajín de desempolvar recuerdos, construir anécdotas y volverse cada día un poquito más locas. Estos son mis vagones, fotos instantáneas de momentos irrepetibles. Fragmentos de un presente escurridizo que nunca se deja atrapar, porque este instante ya pasó.

miércoles, 29 de abril de 2009

la espera

ESPERA: tumulto de angustia suscitado por la espera del ser amado, sometida a la posibilidad de pequeños retrasos (citas, llamadas telefónicas, cartas, atenciones recíprocas).

Espero una llegada, una reciprocidad, un signo prometido. Puede ser fútil o enormemente patético. Una mujer espera a su amante, por la noche, en el bosque; yo no espero más que una llamada telefónica pero es la misma angustia. Todo es solemne: no tengo sentido de las proporciones.

Hay una escenografía de la espera: la organizo, la manipulo, destaco un trozo de tiempo en que voy a imitar la pérdida del objeto amado y provocar todos los afectos de un pequeño duelo, lo cual se representa, por lo tanto, como una pieza del teatro.
El decorado representa el interior de un café; tenemos cita y espero. En el Prólogo, único actor de la pieza (como debe ser), compruebo, registro el retraso del otro; esa demora no es todavía más que una entidad matemática, computable (miro mi reloj muchas veces); el Prólogo concluye con una acción súbita: decido "preocuparme" desencadeno la angustia de la espera. Comienza entonces el primer acto; está ocupado por suposiciones: ¿y si hubiera un malentendido sobre la hora, el lugar? Intento recordar el momento en que se concretó la cita, las precisiones que fueron dadas ¿Qué hacer (angustia de conducta)? ¿Cambiar de café? ¿Hablar por teléfono? ¿Y si el otro llega durante esas ausencias? Si no me ve lo más probable es que se vaya. El segundo acto es el de la cólera; dirijo violentos reproches al ausente: "Siempre igual, él habría podido perfectamente..." "Él sabe muy bien que..." ¡Ah, si él pudiera estar allí, para que le pudiera reprochar no estar allí! En el tercer acto, espero y obtengo la angustia absolutamente pura: la del abandono; acabo de pasar en un instante de la ausencia a la muerte; el otro está como muerto: explosión de duelo: estoy interiormente lívido. Así es la pieza; puede ser acortada por la llegada del otro; si llega en el primero, la acogida es apacible; si llega en el segundo, hay "escena"; si llega en el tercero, es el reconocimiento, la acción de gracias: respiro largamente, como Pelléas saliendo del túnel y reencontrando la vida, el olor de las rosas.

(La angustia de la espera no es continuamente violenta; tiene sus momentos apagados; espero y todo el entorno de mi espera está aquejado de irrealidad: en el café, miro a los demás que entran, charlan, bromean, leen tranquilamente: ellos, no esperan)

La espera es un encantamiento: recibí la orden de no moverme. La espera de una llamada telefónica se teje así de interdicciones minúsculas, al infinito, hasta lo inconfesable: me privo de salir de la pieza, de ir al lavabo, de hablar por teléfono incluso; sufro si me telefonean; me enloquece pensar que a tal hora cercana será necesario que yo salga, arriesgándome así a perder el llamado. Todas estas diversiones que me solicitan serían momentos perdidos para la espera, impurezas de la angustia. Puesto que la angustia de la espera, en su pureza, quiere que yo me quede sentado en un sillón al alcance del teléfono, sin hacer nada.

El ser que espero no es real. Como el seno de la madre para el niño de pecho, "lo cree y lo recreé sin cesar a partir de mi capacidad de amor, a parti de la necesidad que tengo de él": el otro viene allí donde yo lo espero, allí donde yo le he creado ya. Y si no viene lo alucino: la espera es un delirio. Todavía el teléfono: a cada repiqueteo descuelgo rápido, creo que es el ser amado quien me llama (puesto que debe llamarme); un esfuerzo más y "reconozco" su voz, entablo el diálogo, a riesgo de volverme con ira contra el importuno que me despierta de mi delirio. En el café, toda persona que entra, si posee la menor semejanza de silueta, es de este modo, en un primer movimiento, reconocida. Y mucho tiempo después que la relación amorosa se ha apaciguado conservo el hábito de alucinar al ser que he amado: a veces me angustio todavía por un llamado telefónico que tarda y, ante cada importuno, creo reconocer la voz que amaba: soy un mutilado al que continúa doliéndole la pierna amputada.

“¿Estoy enamorado? – Sí, porque espero.”El otro, él, no espera nunca. A veces, quiero jugar al que no espera; intento ocuparme de otras cosas, de llegar con retraso; pero siempre pierdo este juego: cualquier cosa que haga, me encuentro ocioso, exacto, es decir, adelantado. La identidad fatal del enamorado no es otra cosa más que ésta: yo soy el que espera.

(En la transferencia, se espera siempre -en lo del médico, el profesor, el analista. Más aún: si espero frente a la ventanilla de un banco, en la partida de un avión, establezco enseguida un vínculo agresivo con el empleado, con la azafata, cuya indiferencia descubre e irrita mi sujeción; de modo que se puede decir que, en dondequiera que haya espera, hay transferencia: dependo de una presencia que se divide y pone tiempo a su darse; como si se tratase de hacer decaer mi deseo, de agotar mi necesidad. Hacer esperar: prerrogativa constante de todo poder, "pasatiempo milenario de la humanidad".)

Un mandarín estaba enamorado de una cortesana. "Seré tuya, dijo ella, cuando hayas pasado cien noches esperándome sentado sobre un banco, en mi jardín, bajo mi ventana". Pero, en la nonagesimonovena noche el mandarín se levanta, toma su banco bajo el brazo y se va.


Roland Barthes

domingo, 26 de abril de 2009

la cerveza


Cuando la cerveza se calienta demasiado,
el cenicero esta lleno y el paquete vacío,
pierdo la cabeza y me siento un desgraciado,
como quien tiene por hobby al vino del estío.

Traté de que el corazón
no me diera explicación
para no derramar
lágrimas en tu honor.

Traté de que la razón
me llevara al buen camino,
ella me presentó al vino
al que agradecido estoy.

Y hoy resulta que ayer
la princesa se hizo reina,
aquel cepillo sin dientes
hoy es el que mejor peina.

Ya no deshace el sommier
aquel amor tan fugaz,
que en ese cuarto de hotel
se declaraba inmortal.

Cuando las estrellas iluminan mi pasado
puedo verte de rodillas pidiéndome que vuelva,
hoy en mi ventana veo llover sobre mojado,
me siento un niño indefenso en medio de la selva.

Traté de que mis ojos
no te vieran tan lejos,
pero siempre sera así
mi triste porvenir.

Traté de que mi pasión
se perdiera entre el montón,
pero siempre será igual,

siempre se volverá al primer amor.


Las pastillas del abuelo


sábado, 25 de abril de 2009

monólogo

vuelan las hojas con el viento
viaja mi voz en el tiempo
marchan a la oficina los transeúntes
matan en palermo a un policía
(me pregunto si alguna vez olió una rosa)
descubrí que hay un segundo en que la luna brilla más
entendí que el tiempo perdido es el que perdemos despotricando por el tiempo perdido. entendí que ese mono en nuestra espalda nunca va a romper el vidrio.
le pregunto a ud. ya que sabe tanto
se mueven las nubes o es el cielo?
qué perfume esconde abril que me fascina?
cuál es el verdadero olor de la mañana?
cuánto odio para ver que es suficiente?
cuántos años para decir que ya soy vieja?
cuántas cosas para que me admitan adentro?
cuántos tipos hay corriendo de sus sombras!
y soy un grano de arena en el desierto?
las arrugas se acumulan en el ceño?
lifting al corazón, justo a tiempo

lunes, 20 de abril de 2009

la vuelta

como el día juega con la noche
así juegan tus labios con los míos
y por más sabroso mi destino
no me envuelvo más en tus sábanas blancas
como el perro juega con su cola
yo me subo a carrouseles infinitos
pero no vuelvas,
no, para irte.

como el viento juega con las hojas
así soplás mi suerte con tus besos
que por tersos no dejan de ser infames
que por cielo no dejan de ser infierno
como sueño que se sueña entredormido
cierro mis ojos para no despertarme
pero no me arrulles,
para espavilarme.

y si el sol se esconde de la luna
y el mar besa en secreto las orillas
yo me escondo de tu miedo a equivocarte
y te recorro punta a punta con cosquillas
pero no vuelvas
no, para irte...

desvelados

mano que rosa el algodón egipcio
el amante murmura al oído de su amada
el perfume flota fragante fragata
dispuesta a naufragar en su horizonte


labio que sitia el sitio deseado
amor enjaulado de su pasión preso
quién paga ese precio por ser despreciado?
quién coge los besos hijos del despecho?

domingo, 19 de abril de 2009

principito


Sé que en algún lugar del mundo, existe una rosa única, distinta de todas las demás rosas, una cuya delicadeza, candor e inocencia, harán despertar de su letargo a mi alma, mi corazón y mis riñones.

A esa rosa, donde quiera que esté... con la esperanza de hallarla algún día, o de dejarme hallar por ella.

Existe... rodeada de amapolas multicolores, filtrando todo lo bello a través de sus ojos aperlados, cristalinos y absolutamente hermosos...




[...]


8

Aprendí bien pronto a conocer mejor esta flor. Siempre había habido en el planeta del principito flores muy simples adornadas con una sola fila de pétalos que apenas ocupaban sitio y a nadie molestaban. Aparecían entre la hierba una mañana y por la tarde se extinguían. Pero aquella había germinado un día de una semilla llegada de quién sabe dónde, y el principito había vigilado cuidadosamente desde el primer día aquella ramita tan diferente de las que él conocía. Podía ser una nueva especie de Baobab. Pero el arbusto cesó pronto de crecer y comenzó a echar su flor.

El principito observó el crecimiento de un enorme capullo y tenía el convencimiento de que habría de salir de allí una aparición milagrosa; pero la flor no acababa de preparar su belleza al abrigo de su envoltura verde. Elegía con cuidado sus colores, se vestía lentamente y se ajustaba uno a uno sus pétalos. No quería salir ya ajada como las amapolas; quería aparecer en todo el esplendor de su belleza.

¡Ah, era muy coqueta aquella flor! Su misteriosa preparación duraba días y días. Hasta que una mañana, precisamente al salir el sol se mostró espléndida.


La flor, que había trabajado con tanta precisión, dijo bostezando:

-¡Ah, perdóname… apenas acabo de despertarme… estoy toda despeinada…!

El principito no pudo contener su admiración:

-¡Qué hermosa eres!

-¿Verdad? -respondió dulcemente la flor-. He nacido al mismo tiempo que el sol.

El principito advirtió que no era demasiado modesta, pero ¡era tan conmovedora!

-Me parece que ya es hora de desayunar - añadió la flor -; si tuvieras la bondad de pensar un poco en mí...

Y el principito, muy confuso, habiendo ido a buscar una regadera la roció abundantemente con agua fresca.


Y así, ella lo había atormentado con su vanidad un poco sombría. Un día, por ejemplo, hablando de sus cuatro espinas, dijo al principito:

-¡Ya pueden venir los tigres, con sus garras!

-No hay tigres en mi planeta -observó el principito- y, además, los tigres no comen hierba.

-Yo nos soy una hierba -respondió dulcemente la flor.

-Perdóname...


-No temo a los tigres, pero tengo miedo a las corrientes de aire. ¿No tendrás un biombo?

"Miedo a las corrientes de aire no es una suerte para una planta" -pensó el principito-. "Esta flor es demasiado complicada…"

-Por la noche me cubrirás con un fanal… hace mucho frío en tu tierra. No se está muy a gusto; allá de donde yo vengo…

La flor se interrumpió; había llegado allí en forma de semilla y no era posible que conociera otros mundos. Humillada por haberse dejado sorprender inventando un mentira tan ingenua, tosió dos o tres veces para atraerse la simpatía del principito.

-¿Y el biombo?

-Iba a buscarlo, pero como no dejabas de hablarme…

Insistió en su tos para darle al menos remordimientos.


De esta manera el principito, a pesar de la buena voluntad de su amor, había llegado a dudar de ella. Había tomado en serio palabras sin importancia y se sentía desgraciado.

"Yo no debía hacerle caso -me confesó un día el principito- nunca hay que hacer caso a las flores, basta con mirarlas y olerlas. Mi flor embalsamaba el planeta, pero yo no sabía gozar con eso… Aquella historia de garra y tigres que tanto me molestó, hubiera debido enternecerme".

Y me contó todavía:

"¡No supe comprender nada entonces! Debí juzgarla por sus actos y no por sus palabras. ¡Me perfumaba y me iluminaba la vida. No debi haber huído jamás! ¡No supe adivinar la ternura que ocultaban sus pobres astucias! ¡Son tan contradictorias las flores! Pero yo era demasiado joven para saber amarla".



[...]



El principito - Antoine de Saint Exupéry

Más

todos tenemos ese trip en el bocho apuntando a punto de estallar
todos tenemos una pulga en el ojo que te inscribe en otra realidad
ando buscando ese switch peligroso para apagarlo antes que sea fatal
te busco siempre en los rincones vacíos donde nos gana la soledad

hay una copa en el bar del olvido que nunca me animé a probar
hay unos metros en el boulevar que nunca me animaré a cruzar
somos el culto de un ritual prohibido que nadié se atreve a cuestionar
ando a los saltos en un mundo escindido entre vos yo y esta enfermedad

y al final cuando el dolor no nos deje ver el sol
y la noche se haga turbia
siempre vas a ver un pedacito de mi dando vueltas por tu cabeza
y yo te pido algo más

todos tenemos un latido distinto que se mete y no nos deja en paz
ando ladrando en un baldío vecino a toda sombra que quiera pasar
todos tenemos ese miedo escondido y una voz que nunca ha de callar
me buscás siempre en los momentos hundidos en días fríos y de oscuridad

y al final cuando nos tape el amor
y la vida sea menos dura
siempre vas a ver un pedacito de mi volando por tu cabeza
y yo no pido nada más

sábado, 18 de abril de 2009

rebelarte

el niño crece
y el sueño se esconde
detrás de murallas el niño se esconde
no dibuja más
no ríe
no juega
niñito tan triste, bienvenido a la escuela

el niño crece
el miedo se cuela
detrás de esos ojos
hay un alma inquieta
se agita,
se tuerce,
mas no se moldea
niñito rebelde, dolor de cabeza

el niño crece
las tropas se trepan
sos fuego, sos lucha
que ayer era ciega
hoy sueñas,
te ríes,
y no te moldeas
niño que dibuja mundos sin fronteras

ansiedades

amparando el miedo
en un paquete de cigarrillos
sorbo el café
suspiro hondo
detrás de cuál vidrio empañado se esconde tu alma?
ay, asomate
aunque sea un saludo
que acá por las noches
se teje lo oscuro
el paquete vacío
y la taza también
en que rincón te me escondo que no te puedo ver?

algún día
quizás
algún día
tal vez

ella elige
yo elijo
él elige
creer

18

andando el camino
andamino el candando
me abrazo a un destino que ya no es mío
exagerando con noches que no fueron tuyas
enloqueciendo de amor
amorenciendo en loco

no late más

no,
ahí estás
tan
ta-
jan-
te -
y te vas...

sí,
si s e v l o v
puede que ande
al s é v e r
este corazón
que un día te presté
y un día devolviste
casi sin querer

no,
ahí estás
y s é v l o v
sin querer

charlas inconclusas I

preguntará por qué escribo, don y pasaré a responderle...
le hablaré de los amores que he perdido, le hablaré de los paisajes que he visitado, le hablaré de los caminos que he andado y de los campos en flor recorridos, le hablaré de las noches en vela y de algún destino torcido, pero nada de esto importara si no le hubiere conocido.

creencia popular

.

"-Si dejamos los días correr, algunos años quizás, verás que todo será mejor-


decías,

y tenías razón."




(Cielo Razzo)

jueves, 9 de abril de 2009

comfortably numb

Hello.
Is there anybody in there?
Just nod if you can hear me.
Is there anyone home?

Come on, now.
I hear you're feeling down.
Well I can ease the pain,
Get you on your feet again.

Relax.
I need some information first.
Just the basic facts:
Can you show me where it hurts?

There is no pain, you are receding.
A distant ship's smoke on the horizon.
You are only coming through in waves.
Your lips move but I cant hear what you're sayin'.
When I was a child I had a fever.
My hands felt just like two balloons.
Now I got that feeling once again.
I can't explain, you would not understand.
This is not how I am.
I have become comfortably numb.

Ok.
Just a little pinprick.
There'll be no more --aaaaaahhhhh!
But you may feel a little sick.

Can you stand up?
I do believe it's working. Good.
That'll keep you going through the show.
Come on it's time to go.

There is no pain, you are receding.
A distant ship's smoke on the horizon.
You are only coming through in waves.
Your lips move but I can't hear what youre sayin'.
When I was a child I caught a fleeting glimpse,
Out of the corner of my eye.
I turned to look but it was gone.
I cannot put my finger on it now.
The child is grown, the dream is gone.
I have become comfortably numb.


Pink Floyd - 1979

viernes, 3 de abril de 2009

invisibles imposibles

porque nunca nos salió improvisar
porque nunca me enseñaste a escribir
porque nunca te mostraste de verdad
porque nunca te vas a dejar llevar

es imposible
como transparente tu presencia
es invisible
como ingenua mi esperanza
es invisible
como inútil mi inocencia
es imposible
y efectiva tu resistencia

porque nunca me llevaste a acampar
porque nunca te supe decir que sí
porque nunca me abrazaste de verdad
porque nunca me dejaste ser quien fui

porque nunca más nos vamos a olvidar
porque vamos a pretender que un día sí
porque nunca me vas a dejar volar
porque nunca más vas a volar de aquí

es imposible
sos invisible
sos imposible
soy invisible

fantasmas

fantasmas
en el ágora
caprichos
en el alma
fantasmas
en la capital
caprichos
no van a faltar

en el sueño de un ayer impredecible
voy buscándome en la eterna libertad
laberintos de futuros imposibles
celadores de la amarga humanidad

- ay!
- qué ves?
- sos vos

- ay!
- qué ves?
- soy yo

fantasmas
en la casa
caprichos
en la almohada
fantasmas
en la cama
caprichos
nos van a sobrar

en el seno de una noche inconfundible
escapando de la triste realidad
pasadizos de secretos prescindibles
impostores de la cómplice verdad

- ay!
- qué ves?
- sos vos

- ay!
- qué ves?
- soy yo

- ay!
- qué ves?
- sos vos

- ay!
- qué ves???

miércoles, 1 de abril de 2009

23

Una mirada desde la alcantarilla
puede ser una visión del mundo

la rebelión consiste en mirar una rosa
hasta pulverizarse los ojos...


Alejandra Pizarnik
Árbol de Diana (1962)