Bienvenidos al tren
Bienvenidos al tren!
Sí, es posible que más de una vez descarrile. También puede hacer paradas en pueblos hostiles y estoy en condiciones de asegurar que va a transitar por parajes inhóspitos. Por momentos es más lento que el Gran Capitán y se viaja peor que en el Sarmiento. Aún así sean bienvenidas aquellas almas que quieran someterse al trajín de desempolvar recuerdos, construir anécdotas y volverse cada día un poquito más locas. Estos son mis vagones, fotos instantáneas de momentos irrepetibles. Fragmentos de un presente escurridizo que nunca se deja atrapar, porque este instante ya pasó.
martes, 17 de febrero de 2009
esperanza II
Esperanza se había cansado de cumplir: espectativas, deberes, tareas, hasta cumpleaños y deseos. Simplemente se había cansado. Mientras caminaba las sórdidas calles acorazadas recordaba la última vez en que la promesa de cumplir significó algo para ella. Se remontaba a aquel día en que cazando 'panaderos' con Fermín prometió que por todo el verano no comería un solo helado si Don Ernesto lograba superar los calores de enero. Aquella vez cumplir tenía un sentido, la promesa tenía un fin y era el fin el que justificaba todo el ceremonial del cumplimiento. Esperanza volteó por primera vez en 3 días... largando un suspiro fue como si las promesas se evaporaran en el viento. De pronto de entre las sombras, una figura familiar se reflejó en el inmaculado silencio de la luna de marzo...
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