A veces yo me preocupo y doy mil vueltas, hasta reir
cuando se sabe que no hay futuro no queda otra más que vivir
y escondernos en las esquinas para encontrarnos con el mundo
y recorrer cada rincón de tu ser para hundirme hasta lo más profundo
Ese huequito entre tus omóplatos y los lunares por conocer
son dos razones más que eficientes para olvidar qué viene después
porque ese nectar que irradia tu boca es lo que catapulta el impulso
y una mano roza a la otra y se acelera de a poco el pulso
Cuando los cuerpos se buscan a tientas el universo se vuelve distinto
comprendo que los argumentos pierden la guerra contra el instinto
y el corazón se marea y la sangre se agolpa siguiendo las líneas de tu piel
se vuelve obsoleto el pensamiento se vuelve absurdo ya no ceder
Y fundirnos hasta confundirnos, obviar las normas de la razón
sería una pena que no pudieras hacerle caso a la intuición
Y fluir hasta confluir, alejarnos de los prejuicios
seguir las huellas de tus caricias, hasta acercarnos al paraíso
Bienvenidos al tren
Bienvenidos al tren!
Sí, es posible que más de una vez descarrile. También puede hacer paradas en pueblos hostiles y estoy en condiciones de asegurar que va a transitar por parajes inhóspitos. Por momentos es más lento que el Gran Capitán y se viaja peor que en el Sarmiento. Aún así sean bienvenidas aquellas almas que quieran someterse al trajín de desempolvar recuerdos, construir anécdotas y volverse cada día un poquito más locas. Estos son mis vagones, fotos instantáneas de momentos irrepetibles. Fragmentos de un presente escurridizo que nunca se deja atrapar, porque este instante ya pasó.
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