Sacás tus armas a relucir
Siempre sos bueno cuando se trata de seducir
Me entreverás con promesas de algo mejor
Y te acostás compartiendo cama en otro colchón
Tenías el don de hacerme sentir
Eras la risa, eras mi sueño, principio y fin
Me emborrachaste con tus mentiras
Me volví dura, me volví fría
¿Por qué ilusionarme y hablar de amor?
Si yo era alguien acostumbrada a un cielo sin sol
¿Por qué me regalaste la esperanza y no inclinaste la balanza?
¿Por qué en tu casino siempre sos punto y banca?
Con las palabras te aprovechás
Y vas armando y desarmando por donde vas
No queda forma de ir hacia atrás
Del desamor no se vuelve más
En cada foto mostras los dientes
Vos tan contento, y ella sonriente
Y yo esperándote como siempre
Pero hasta el más tonto un día aprende
¿Por qué ilusionarme y hablar de amor?
Si yo era alguien acostumbrada a un cielo sin sol
¿Por qué me regalaste la esperanza y no inclinaste la balanza?
¿Por qué en tu casino siempre sos punto y banca?
Echaste mi suerte a tu favor
No vengas a pedirme perdón
Bienvenidos al tren
Bienvenidos al tren!
Sí, es posible que más de una vez descarrile. También puede hacer paradas en pueblos hostiles y estoy en condiciones de asegurar que va a transitar por parajes inhóspitos. Por momentos es más lento que el Gran Capitán y se viaja peor que en el Sarmiento. Aún así sean bienvenidas aquellas almas que quieran someterse al trajín de desempolvar recuerdos, construir anécdotas y volverse cada día un poquito más locas. Estos son mis vagones, fotos instantáneas de momentos irrepetibles. Fragmentos de un presente escurridizo que nunca se deja atrapar, porque este instante ya pasó.
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