Instantánea XVI

Me deshago en abrazarte, crecen las ansias de amarte. Me recorro pensando en tus manos, casi que puedo tocarte. Mi boca se desarma porque no puede besarte, mis piernas se estremecen y no paran de invocarte. Vestida para la ocasión, una misa sin procesión. Suicida por vocación, tuya sin más razón. Mis labios te reclaman, si ayer nomás vos eras mío. Es el frío del desafío de quererte como abrigo.