Bienvenidos al tren

Bienvenidos al tren!
Sí, es posible que más de una vez descarrile. También puede hacer paradas en pueblos hostiles y estoy en condiciones de asegurar que va a transitar por parajes inhóspitos. Por momentos es más lento que el Gran Capitán y se viaja peor que en el Sarmiento. Aún así sean bienvenidas aquellas almas que quieran someterse al trajín de desempolvar recuerdos, construir anécdotas y volverse cada día un poquito más locas. Estos son mis vagones, fotos instantáneas de momentos irrepetibles. Fragmentos de un presente escurridizo que nunca se deja atrapar, porque este instante ya pasó.

miércoles, 20 de junio de 2012

Mensaje en una botella

Porque está lejos y no puedo mirarlo a los ojos. Porque está compartiendo un mate quién sabe con quién y en qué mesa. Porque haga lo que haga no puedo sacarlo de mi cabeza. Porque los párpados caen y lo busco en la penumbra,  porque se llenan de agua ante la ausencia y y se derrumban . Porque siento su respiración volándome el flequillo. Porque siento su complicidad cuando lo que más quiero es un cigarrillo. (Es hora de que te diga que el cigarrillo era una excusa, nunca antes fumé tanto, aunque creo que ya lo sabías). Porque veo cómo se pasean de la mano por la calle y un escalofrío me recorre la espalda. Porque sólo entre sus brazos supe encontrar por fin la calma. Porque nunca deseé tanto que comience la semana. Porque nunca dolió tanto decir un "Hasta mañana". Porque importa muy poco lo que digan los de afuera, porque pasé lo que pase dijimos "A mi manera". Porque está lejos y no puedo mirarlo a los ojos, entonces le escribo con la esperanza de que lea.

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