Bienvenidos al tren
Bienvenidos al tren!
Sí, es posible que más de una vez descarrile. También puede hacer paradas en pueblos hostiles y estoy en condiciones de asegurar que va a transitar por parajes inhóspitos. Por momentos es más lento que el Gran Capitán y se viaja peor que en el Sarmiento. Aún así sean bienvenidas aquellas almas que quieran someterse al trajín de desempolvar recuerdos, construir anécdotas y volverse cada día un poquito más locas. Estos son mis vagones, fotos instantáneas de momentos irrepetibles. Fragmentos de un presente escurridizo que nunca se deja atrapar, porque este instante ya pasó.
viernes, 1 de junio de 2012
La distancia
Un hueco inconmensurable se abre en el medio del pecho. Los relojes ya no marcan las horas, el paso del tiempo se marca en latidos. La distancia y mis ansias. El espacio infinito que se extiende entre la realidad y mis expectativas, entre el presente y los deseos, entre la ausencia y la espera. Lo que no pude dar me hace pensar en los abrazos pendientes. Lo que callé me hace pensar en mi inmensa cobardía. Falta mucho para ser héroes de nuestro propio destino. La historia está trunca. El lápiz no escribe. Tal vez sea hora de limarle (y limarnos) las puntas.
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